La piel de tu hijo se beneficiará de un protector solar con un factor de protección alto o muy alto, formulado especialmente para la delicada piel de los niños. Los protectores solares ofrecen cuatro niveles diferentes de protección: bajo (factor 6 a 10), medio (15 a 25), alto (30 a 50) y muy alto (50+). Mientras más alto es el factor de protección solar, mejor protegida está la piel. Por eso te recomendamos que siempre apliques protectores solares con un factor de protección alto o muy alto en la piel delicada de los niños.

Te recomendamos encarecidamente que mantengas a los niños pequeños fuera del alcance de la luz solar directa, especialmente durante las horas en que es más intensa, y que usen prendas que los protejan.  Aplica en protector solar meticulosamente en todas las áreas expuestas del cuerpo. Vuelve a aplicarlo generosamente cada dos horas. Y recuerda que el daño de la piel ocurre incluso antes de que se pueda observar la quemadura solar.  

La piel de los niños, al igual que muchos de sus órganos, sigue en proceso de desarrollo y, por eso, es más sensible al sol. También es más delgada que la piel de los adultos, y su función de barrera y sus mecanismos de autoprotección (en especial la síntesis de melanina) no están desarrollados por completo. La relación entre el área de la superficie y el volumen también es mucho mayor en la piel de los niños.

El daño de la piel inducido por el sol en la infancia aumenta el riesgo de las personas de sufrir daños de la piel con el paso de los años.  Infórmate más en Efectos del sol sobre la piel de los niños.

Los rayos UVA penetran las capas más profundas de la piel. Estimulan la producción de radicales libres en la piel, los cuales causan el estrés oxidativo y pueden dar lugar a un daño indirecto del ADN (donde los radicales libres modifican el ADN celular con el paso del tiempo). Los rayos UVA se asocian con mayor frecuencia al fotoenvejecimiento (el envejecimiento prematuro de la piel causado por el sol). También pueden desencadenar alergias solares, como la erupción solar polimorfa (ESP). Los rayos UVB también pueden provocar alergias, aunque en menor grado.

Los rayos UVB le dan a tu piel la energía que necesita para producir vitamina D y estimulan la producción de melanina, la sustancia responsable del bronceado. No penetran tan profundamente como los rayos UVA; solo alcanzan las capas más superficiales de la piel, pero causan más daños inmediatos, como las quemaduras solares. El ADN celular absorbe directamente los rayos UVB, lo que puede dar lugar a enfermedades de la piel, como la queratosis actiínica y el cáncer de piel.

El espectro de la luz solar está compuesto por luz UV, luz visible y luz infrarroja. El ojo humano puede detectar la luz solar visible; no así los otros dos tipos de luz. Parte de este espectro visible tiene un nivel de energía alto y se conoce como “luz visible de alta energía”. También se conoce como “luz HEVIS”, “luz HEV”, “HEVL” y, a veces, como “luz azul” o “luz azul violeta”.

Muchos protectores solares modernos ofrecen protección eficaz contra los rayos UVA y UVB, pero te recomendamos que busques productos que también protejan tu piel de los efectos negativos de la luz HEVIS. Estos productos le brindarán a la piel de tu hijo protección confiable contra el fotoenvejecimiento y, con el tiempo, también te ayudarán a reducir el riesgo de daños en la piel. Infórmate más en Efectos del sol sobre la piel de los niños.

La tecnología “ANTI-MANCHAS DESPUÉS DEL LAVADO” de Eucerin ayuda a reducir la intensidad de las manchas de protector solar después del lavado.

Las manchas amarillas que aparecen en la ropa después de usar protector solar, especialmente en las prendas de algodón, se deben a los filtros UV. El proceso del lavado puede empeorar estas manchas en lugar de eliminarlas. Cuando los iones de hierro y cobre se combinan en el agua muy caliente con los agentes blanqueadores, pueden adherirse a las manchas e intensificarlas.

La tecnología “ANTI-MANCHAS DESPUÉS DEL LAVADO” funciona de dos maneras. Primero, contiene un agente anti sedimentación, que impide que la mayor parte del filtro se fije a la tela en primer lugar. Segundo, contiene un agente complejo que se fija a los iones presentes en el agua, de manera que sean menos capaces de intensificar las manchas cuando se lavan las telas.