El efecto del sol sobre la piel corporal – Prevención y protección frente a los rayos UV nocivos

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En nuestras vidas cotidianas protegemos nuestros cuerpos del sol cubriéndolos con ropas. La única vez que tenemos en cuenta la protección solar es cuando nuestros cuerpos están completamente expuestos, durante las vacaciones, en el curso de largos periodos de tiempo. Sin embargo , es importante proteger la piel corporal siempre que esté expuesta a los rayos UV, bien sea en el exterior durante un día soleado o, por ejemplo, cuando se visten tops de manga corta, shorts o faldas cortas.

Signos Y Síntomas

Cómo reconocer un daño provocado por el sol en la piel corporal

La piel corporal difiere en varias formas de la piel facial:

La piel corporal es más gruesa que la piel facial: Tiene células más grandes y no pierde agua tan rápidamente.
La piel corporal requiere un tipo diferente de protección solar que la piel facial.

  • La falta de exposición directa al medio ambiente significa que la piel corporal tiene una menor tasa de renovación de células cutáneas que la piel facial. Al haber menos exfoliación natural, la piel corporal tiende a ser más gruesa y escamosa.
  • La capa superior de la piel facial tiene células de menor tamaño que en otras partes del cuerpo. La presencia de células más pequeñas significa menos de una barrera, por lo que el agua se pierde más rápidamente de la cara que del cuerpo.
  • Mientras que la epidermis facial tiene un espesor de unos 0,12 mm, la del cuerpo tiene un promedio de alrededor 0,60 mm. Este espesor puede dar lugar a una acumulación de células cutáneas muertas y a crecimiento de agentes externos.

La piel facial y la piel corporal tienen necesidades diferentes en relación con la protección solar. La protección facial está diseñada para abordar las necesidades específicas de una piel más delgada y más expuesta. Puede también contener tintes para proporcionar una tez uniforme.

Lee más acerca del efecto del sol sobre la cara.
Lee más acerca de la estructura cutánea.

Una protección solar correcta en el cuerpo puede contribuir a prevenir cierto número de procesos cutáneos:

El escote y el pecho experimentan una exposición solar similar a la facial.
Los hombros se someten a menudo a un considerable grado de exposición en verano.

Eritema solar (quemadura solar)
Los rayos UVB son responsables del eritema solar, daño agudo causado por la radiación UV. Aunque penetran menos profundamente en la piel, son la causa principal del daño directo en el ADN. La piel desprotegida puede mostrar enrojecimiento, ampollas y dolor extremo. Esta situación es especialmente peligrosa en niños y adolescentes, dado que incrementa el riesgo de presentar cáncer de piel. Lee más acerca de protegiendo a los niños frente a las quemaduras solares.

Envejecimiento prematuro de la piel
La formación de arrugas profundas y tejido cutáneo laxo, inelástico, es uno de los efectos negativos de la luz solar. Lee más acerca del envejecimiento prematuro de la piel.

Hiperpigmentación/Manchas oscuras
La exposición excesiva al sol  es la causa principal de la hiperpigmentación, un proceso cutáneo inocuo pero desagradable, que da lugar a la aparición de manchas oscuras sobre la piel. Lee más acerca de la hiperpigmentación.

Alergias solares
La piel corporal, habitualmente cubierta, puede reaccionar cuando se expone al sol, por ejemplo, en primavera o durante las vacaciones. Este proceso, caracterizado por una erupción acompañada de picor y ardor, es conocido como alergia solar.

Piel grasa con espinillas provocada por el sol
A diferencia de la piel grasa con espinillas clásica, esta erupción de lesiones rojas, enrojecidas, no está causada por cambios hormonales ni agentes externos sino por la reacción cutánea a la radiación solar caliente y a ciertos componentes incluidos en productos para el cuidado cutáneo y filtros solares. La piel grasa con espinillas provocada por el sol  es muy similar  a la piel grasa con espinillas clásicas por lo cual  resulta difícil diferenciarlos.

Piel seca y extremadamente seca (atópica)
La protección solar es también importante para las personas afectadas de la piel seca y extremadamente seca (atópica), dado que la piel está ya seca. Las medicaciones tópicas pueden propiciar que la piel afectada sea más vulnerable al enrojecimiento de la piel provocada por el sol. Lee más acerca de piel seca y extremadamente seca (atópica).

Los rayos UVB pueden causar daños en el ADN, circunstancia especialmente peligrosa para niños y adolescentes.

Piel diabética
La piel diabética normalmente  fija agua menos eficientemente que la piel de una persona sana. El déficit de humedad causa frecuentemente picor intenso, que puede afectar a todo el cuerpo. La luz solar deseca la piel adicionalmente y la hace más vulnerable a los microorganismos externos. La reducida percepción del dolor experimentada por los diabéticos incrementa también el riesgo de quemaduras solares.

Cáncer de piel
Hay cuatro tipos de cáncer o precáncer asociados a los rayos UV. como por ejemplo: La queratosis actínica,  carcinoma de células basales,  carcinoma de células escamosas  el melanoma. Por cualquier cambio en el color de tu piel o de tus manchas o lunares consulta a tu dermatólogo.

Si tienes alguna preocupación acerca de tu piel, es importante recibir asesoramiento profesional por parte de un dermatólogo.

Causas Y Desencadenantes

Qué hacer para minimizar el riesgo de daño solar

El modo preferible de prevenir los procesos cutáneos relacionados con el sol es evitar la exposición al mismo en cualquier lugar que sea posible. Dado que esto no es siempre posible o deseable, el siguiente aspecto más importante es la protección solar. Es primordial tomar en consideración que los rayos nocivos pueden acceder incluso a la piel en días nublados, en la sombra y en el agua, de manera que es preciso mentalizarse al respecto mucho más allá de las horas dedicadas al baño solar.

Si bien la luz solar tiene numerosos efectos positivos, como la mejora del humor, la producción de vitamina D, la mejor circulación y el aumento de la producción de melanina, para prevenir el daño cutáneo deben evitarse los efectos nocivos de los rayos UVA (lesión ocular, envejecimiento prematuro de la piel, mutaciones genéticas (melanoma), alergia e intolerancia al sol) y de los rayos UVB (lesión ocular, bronceado (piel asiática), quemadura solar y mutaciones genéticas/cánceres de piel distintos del melanoma).

Los efectos negativos de los rayos UVA y UVB pueden minimizarse por medio de lo siguiente:

Cubrirse adecuadamente mientras se está expuesto al sol puede reducir el riesgo de daño solar.

  • Evitar el sol directo, especialmente la exposición intensa entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde.
  • Utilizar productos protectores solares aplicándolos 20 a 30 min. antes de la exposición al sol.
  • Mantener a los niños alejados de la exposición solar directa.
  • Considerar los tipos de piel individuales y las implicaciones de cada uno de ellos.
  • Cubrirse con ropas o tocados adecuados.
  • Conocer el impacto de cualquier medicación sobre la tolerabilidad solar.

Factores Contribuyentes

Qué factores aumentan el riesgo de daño solar

Algunas personas son más propensas que otras al daño cutáneo y a procesos cutáneos relacionados con el sol. Esto puede reducirse a un cierto número de factores, entre los cuales destacan los siguientes:

Algunas medicaciones, incluyendo los anticonceptivos, pueden incrementar la sensibilidad a los rayos solares.
Las hormonas, la genética y la edad pueden también afectar a la sensibilidad a la luz.

  • Influencias hormonales
    Un tipo particular de hiperpigmentación de la piel, es más corriente en mujeres, dado que según se cree aparece cuando las hormonas sexuales femeninas estimulan la hiperproducción de melanina mientras la piel está expuesta al sol.
  • Genética
    Si uno o ambos padres han tenido cáncer de piel, existe una mayor posibilidad de que sus hijos tengan el mismo riesgo. 
  • Edad
    El riesgo de cáncer incrementa con la edad. El melanoma, que puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo, es más prevalente entre los 55 y 64 años de edad que en personas más jóvenes.
  • Medicación
    Algunas medicaciones, incluyendo ciertas píldoras anticonceptivas y antibióticos, pueden incrementar el factor de sensibilidad cutánea y la vulnerabilidad a trastornos pigmentarios.
  • Tratamientos postdermatológicos
    Las exfoliaciones químicas y la láserterapia pueden propiciar que la piel se perciba enrojecida y muy sensible al sol.

La piel con palidez natural es a menudo más sensible al sol que otros tipos de piel.

  • Color de la piel
    Las personas con cabello rojo o rubio claro, tono cutáneo muy pálido y numerosas pecas, tienen más probabilidad de presentar quemaduras solares y menos probabilidad de broncearse.
  • Procesos existentes
    Las personas que sufren de piel seca y extxremadamente seca (atópica) tienden a tener una piel seca y sensible y, en consecuencia, necesitan un cuidado solar especial.
  • Piel grasa con espinillas producidas por el sol
    Esta reacción cutánea afecta predominantemente a mujeres jóvenes y de mediana edad (entre 25 y 40 años).

Para descubrir si eres propenso/a a ciertos procesos cutáneos, consulta con un dermatólogo.

Soluciones

Es extremadamente importante prevenir y proteger la piel frente al daño solar, dado que si el daño es demasiado grave la piel no es capaz de repararlo por sí misma y el daño llega a ser irreversible.

Cremas y lociones preventivas y protectoras

Para proteger la piel corporal de los efectos nocivos de la radiación UV:

  • Utiliza el factor de protección solar correcto.
  • Utiliza la cantidad adecuada de protector solar
  • Aplícalo 20 a 30 min. antes de la exposición al sol y vuelve a aplicar el protector solar  cada 2 horas para mantener la protección cutánea, especialmente después de nadar, sudar y secarse con una toalla.

La línea para la protección solar corporal de Eucerin utiliza una combinación única de filtros UV más la protección biológica de la Licochalcona A. El sistema de filtros, eficaz y fotoestable con Tinosorb S, que ayudan a proteger fiablemente frente a las quemaduras solar, mientras que la Licochalcona A ayuda a proporcionar un efecto antioxidante para proteger las células cutáneas frente al daño inducido por el sol y causado por los radicales libres.

La protección solar ha sido diseñada para satisfacer las necesidades de diferentes tipos de piel corporal:

La elección del protector solar correcto según su tipo de piel es fundamental.
Ciertos tipos de piel, como la piel infantil y la piel propensa a las alergias, requieren atención especial.

Para la piel normalEucerin Sun Loción Textura Muy Ligera está disponible en FPS 50 y se absorbe fácilmente. También está disponible Eucerin Sun Spray FPS 50+.

Para la piel seca,  prueba Eucerin Sun Creme FPS 50+ que ha sido confirmado clínicamente en pacientes con procesos de piel seca problemática, como piel seca y extremadamente seca (atopica).

Para la piel mixta y piel grasa con espinillasEucerin Sun Spray Transparente y/o Eucerin Sun Crema Gel FPS 50 ofrecen protección ultraligera, clínicamente probada, y está disponible con FPS 50.

Para la piel propensa a la alergia se dispone de Eucerin Sun Crema Gel FPS 50. Está exento de perfumes y emulgentes para minimizar el riesgo de intolerancia y se ha demostrado su eficacia en personas afectas de alergias solares.

 

 

Otras opciones

Cubriendo tu piel con las ropas correctas ayudarás también a evitar el daño solar.
Una dieta rica en carotenoides y grasas omega ayuda a fortalecer las defensas naturales de la piel.

Además de cremas y lociones dermatológicas hay otros modos de prevenir los efectos nocivos de la radiación UV sobre la piel:

  • Utiliza ropas para cubrir la piel vulnerable, incluyendo camisas de manga larga y pantalones largos.
  • Utiliza un sombrero de ala ancha.
  • Para los días que tengas que pasar en el exterior, utiliza un parasol o una tienda para protegerse del sol. Estas incluyen filtros protectores UV y materiales reflejantes para minimizar los efectos de los rayos UVA y UVB.
  • Ingiere una dieta rica en carotenoides (frutas y verduras rojas, amarillas y anaranjadas). Se ha demostrado que fortalecen las defensas naturales de la piel si se consumen durante un periodo de tiempo prolongado. También se dispone de datos de que las dietas ricas en grasas omega (aceite de oliva, pescado graso, etc...), pobres en carnes rojas y lácteos y con contenido elevado en vitaminas C y E y flavonoides, pueden producir un efecto similar.

Si estás preocupado/a acerca del daño cutáneo causado por el sol, rogamos consultes con un dermatólogo.

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